martes, 19 de marzo de 2013

Escuchar el silencio


A veces, solo con escuchar, solo con observar, podemos comprender mas de todo lo que nos rodea. Darnos cuenta de lo que somos, de lo que amamos, de lo que anhelamos. Pocas personas son capaces de escuchar. De darle lugar al silencio. Ese silencio que que es capaz de decir mas que mil palabras. Es como sentir el viento que camina sobre tu rostro y te lleva a la paz, y a la tranquilidad. El silencio es calmo, tranquilo, como un mar sin mareas en un día soleado. Pero a veces, los silencios pueden ser dolorosos, y el océano que esta en ellos se agita y trae consigo una gran tormenta. Por eso, debemos aprender a escuchar el silencio, aprender a sentirlo, y aceptarlo como es. Porque ¿Qué pasaría si no escuchamos lo que nos rodea? Si estuviéramos en la playa, pero no prestáramos atención al sonido de las olas. Si estuviéramos en el bosque, pero no escucháramos las copas de los arboles meciéndose al compás del viento, y los cantos que los pájaros comparten con nosotros? No tendría sentido. Cual sería el propósito de nuestras almas, que estarían vacía sin los sonidos? Sin la música ...Pero, escuchar no quiere decir usar nuestros oídos. Escuchar significa sentir, sentir lo que nos rodea, sentir el latido de un corazón sano y fuerte. Nuestras almas y nuestros corazones son quienes realmente escuchan. Solo necesitamos eso, escuchar, escuchar el silencio que pasa frente a nosotros, y detrás de ese silencio habrá siempre una respuesta.
                             
                                 

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